Tu mirada evasiva me anima a pensar que algo sucede.
Tus ojos fríos, distantes, ocultan una verdad que hoy es tu cárcel.
Qué escondes, me pregunto. Jamás lo sabré
Porque el día que lo sepa esa verdad me destruirá a mi también
Tu mirada evasiva me anima a pensar que nada esta bien.
No me digas que es, no lo quiero saber.
Entre la agonía que le espera al impaciente y la ingenuidad del ignorante que es desconocer
elijo lo segundo, amor mio, que será lo que me salve esta vez.
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