martes, 16 de noviembre de 2010


No te pares en mi tumba a llorar. 

No estoy ahí.

No estoy dormida.

Soy mil vientos que azotan.

Soy el brillo de diamante en la nieve.

Soy la luz del sol que rebota de un grano.

Soy la llovizna de otoño.

Cuando despiertes en la madrugada,

Soy la corriente de viento que levanta los pájaros en sus vuelos.

Soy la tenue estrella que brilla en la noche.

No te pares en mi tumba a llorar.

No estoy ahí.

Yo no estoy muerta.

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